A un año del triunfo de La Libertad Avanza en el balotaje, el Gobierno de Javier Milei sigue pasando la motosierra por los sectores más sensibles y desprotegidos de la sociedad, mientras que al mismo tiempo da rienda suelta a que los especuladores y timberos financieros se hagan una fiestita a costa del malestar de los argentinos, apuntando expresamente a transformar en un pedazo de tierra sin jurisdicción ni marco institucional alguno.

La total falta de interés del “Presiduende” por promover un modelo que apunte a desarrollar la producción en Argentina se ve reflejado en las medidas que ha adoptado la gestión libertaria, que no solo apunta directamente contra la clase media y baja, sino que además se lleva puesto a cualquier tipo de proyecto industrial que pueda tener algún tipo de importancia en el país.

Por un lado, el notable enfriamiento de la economía por medio de una recesión intencional -bajo pretexto de reducir la inflación- ha llevado a una caída brutal de la demanda y el consumo prácticamente en todos los rubros y áreas.

Este enfriamiento afecta por supuesto a la actividad, pero puntualmente golpea en los sectores ligados con la industria, dado que la baja del consumo obliga sí o sí a una disminución de la producción para evitar las pérdidas, algo que obviamente se ve reflejado en los movimientos económicos de las empresas vinculadas a las actividades productivas.

Un caso clave es el de la industria metalúrgica, que continúa con números alarmantes y en octubre registró caídas del 7 por ciento interanual y 0,2 mensual contra septiembre, según datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA).

Ante semenajte panorama, el presidente de la entidad, Elio Del Re, señaló: "Creemos en la industria porque es la solución a los problemas de Argentina. No hay país desarrollado en el mundo que no tenga una industria metalúrgica fuerte. Por eso es fundamental trabajar articulado el sector público y privado de manera eficiente, para contar con un entorno competitivo que permita al sector industrial mostrar todo su potencial".

La advertencia de Del Re llega en un contexto brutal para el sector, que acumula en el 2024 una contracción del 13,5 por ciento en relación a los mismos meses del año anterior. La provincia de Buenos Aires no logra frenar la caída y se contrajo más que el promedio: 7.8 por ciento negativo.

La capacidad instalada está en el 50,3 por ciento, cayó -5,6 por debajo del mismo mes del año previo y -9,4 por ciento debajo del promedio del 2023.

En el análisis hacia el interior de la industria metalúrgica, se registró una caída sistémica en todos los subsectores que van desde -4,1 porcentual hasta -17,4, a excepción de Maquinaria Agrícola y de Carrocerías y Remolques, dos rubros que el año anterior habían sido de los más afectados por la sequía.

Con respecto a la situación de las principales provincias metalúrgicas Buenos Aires registra la mayor caída que el promedio. Se observan, nuevamente, caídas interanuales generalizadas en todas las regiones que van del -4,1 por ciento al -7,8.

En el nivel de empleo se observa una disminución interanual de -2,3 por ciento y comparado contra el mes de julio, disminuyó -0,1 porcentual, debido a las fuertes contracciones en la actividad verificadas en los últimos meses.