En un nuevo y preocupante paso hacia la centralización del poder, el Gobierno de Javier Milei ha formalizado una reestructuración en la Secretaría de la Presidencia, colocándola bajo el control de su hermana, Karina Milei.

Esta decisión, oficializada a través del decreto 903/2024, establece cambios que afectan varias áreas clave y levantan serias dudas sobre el enfoque de la administración Milei hacia la transparencia y el Gobierno abierto.

La Secretaría, que ahora absorbe la Dirección Nacional de Marca País (previamente parte de la Jefatura de Gabinete de Ministros) y elimina la Subsecretaría de Vocería y Comunicación de Gobierno, ha reconfigurado su estructura para concentrar aún más poder en las manos de Karina Milei.

Además, Manuel Adorni, el nuevo secretario de Comunicación y Medios, se convierte en una figura clave para la administración, controlando no solo la difusión oficial, sino también medios estatales como Canal 7, todo bajo la supervisión y confianza política de Karina.

El rediseño también incluye la Unidad de Auditoría Interna, que ahora vigila la comunicación y medios del Gobierno, y la Subsecretaría Legal, responsable de manejar asuntos jurídicos. En un movimiento cuestionable, la Dirección Nacional de Marca País ha recibido el mandato de promover convenios públicos y privados bajo la “Estrategia Marca País Argentina,” una iniciativa controlada directamente por Karina Milei.

Este esquema tiene como supuesto objetivo mejorar las exportaciones y atraer inversiones, pero ¿es esto realmente un beneficio para el país o simplemente otra extensión de la influencia de la familia Milei?

Además, en un paso sin precedentes, el Ejecutivo homologó nuevos cargos en el nomenclador de funciones del Sistema Nacional del Empleo Público (SINEP), asegurando que el aparato burocrático del Gobierno funcione de acuerdo con los intereses de los líderes de esta "empresa familiar".