La interna del peronismo vive momentos de tensa calma. Mientras el camporismo sale con la idea de “armar de nuevo”, Cristina Kirchner mantiene reuniones para conseguir el reordenamiento del movimiento justicialista y se prepara una serie de gestos hasta llegar al 17 de noviembre pensando en la elección del PJ Nacional.
La reaparición de Cristina en la obra del Padre Tano marca un punto de inflexión, lleno de “lo simbólico” que al cristinismo le gusta resaltar: La misma campera y zapatillas de cuando recorrió La Matanza en 2017, siendo candidata de Unidad Ciudadana.
Cristina Kirchner hoy en La Matanza, Ciudad Evita. Junto al padre Tano, en la Parroquia San Jose#CristinaKirchner pic.twitter.com/xH1qnKSIs2
— Axel Kicillof Apoyo (@AxelKicillof) October 1, 2024
“Acá comenzó todo”, dijo uno de los dirigentes que armó la visita de Cristina a la obra del padre Nicolás Angelotti en San Petesburgo, uno de los barrios más acechados por la droga en el partido más populoso del país.
El retorno de Cristina a los barrios, en un contexto de ajuste económico y social, se lee como un contraste marcado con la política actual y revive la memoria de un período en el que Argentina logró superar una crisis histórica mediante políticas que priorizaban el crecimiento con inclusión.
Según las principales consultoras del país, la imagen de la expresidenta ocupa un lugar clave en los anillos del Conurbano y, pese a su imagen negativa alta, es una de las dirigentes con mejor imagen positiva, junto al gobernador Axel Kicillof.
En NOVA te contamos en exclusiva que Cristina pidió “no hacerle internas a Axel” y el reto que la propia expresidenta les propició a los intendentes y a algunos dirigentes que fueron al acto de La Cámpora organizado por Máximo Kirchner para criticar a Kicillof.
El primer objetivo que se trazó Cristina es dirigirse a las elecciones del PJ Nacional, el próximo 17 de noviembre, con un peronismo “ordenado” y quedarse con la silla principal del partido. Para eso, ya tendió puentes con la CGT y prepara gestos para los gobernadores del norte.
Todo esto se da mientras mantiene un diálogo permanente con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Pese al malestar que existe con Máximo Kirchner, desde el séquito que sigue al mandatario provincial confían en que habrá “una tregua”, aunque están seguros que será “con la candidatura presidencial de Axel”. Y advierten: “Todavía es temprano”.
La reunión entre Cristina y Axel, que duró poco menos de dos horas, sirvió para que el mandatario bonaerense se lleve el respaldo a la gestión, aunque con un pedido preciso para los propios: “Pediles que aguanten, que no es tiempo de desorden”.
Los gestos de la expresidenta la ponen con intenciones fuertes de jugar una carta más. Pese a tener la complicación de la Reforma Política con la Boleta Única Papel, Cristina tiene la aspiración de encabezar la boleta de Diputados por la Provincia de Buenos Aires y darle batalla a lo que parece, será el enfrentamiento con Karina Milei.
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