A mediados del 2022, aún en la gestión de Alberto Fernández, la AFIP cerró una investigación contra la empresa Coxtex bajo el argumento de que se trataba de una usina de facturas, sin capacidad económica ni financiera. En consecuencia, en la base de E-Apoc decidieron incluir a Coxtex como una firma que se encarga de emitir facturas falsificadas. Pese a ello, nada cambió.

Dos años después, esa firma volvió a la escena de la justicia debido a que involucra de lleno a la organización piquetera Polo Obrero y a sus principales dirigentes. La Justicia sospecha que Coxtex emitió varias justificaciones hechas facturas para derivarlas como gastos de esa organización.

Aquella investigación de la AFIP, incorporada a la causa que llevan adelante el juez Sebastián Casanello y el fiscal Gerardo Pollicita, exponía la llamativa actividad que tuvo la empresa ligada a Eduardo Belliboni en los meses anteriores a su creación; puntualmente, en octubre del 2020.

Los movimientos

Con estas facturas apócrifas habría estafado al estado por una suma similar a los 500 millones de pesos, distribuidos de la siguiente manera: en el primer semestre del 2021, emitió facturas por un total de 115.531.342,83 pesos, en el segundo semestre de ese año ascendió a 226.074.302,49 pesos.

Luego, en el 2022 entre enero y mayo, en el mismo año que la investigación de la AFIP, Coxtex facturó 139.119.572,65 pesos, lo que se traduce en un total de 480.725.216 pesos. "La última facturación importante es de febrero de 2022, después aparecen montos menores hasta julio de ese año", señaló un involucrado en la investigación.

La investigación generó revuelo y alertó a los involucrados que, según informó la justicia, habrían intentado darse a la fuga. En tanto, la figura más relevante del PO, Eduardo Belliboni, será citado nuevamente a indagatoria.