La Justicia Electoral dio de baja a varios candidatos presidenciales en la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Neuquén, ya que no presentaron la cantidad mínima de boletas partidarias para participar en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo domingo.

Neuquén fue la que más boletas presidenciales inhabilitó, con 12 candidatos de los frentes Principios y Valores (PyV), Unión del Centro Democrático (Ucedé), Movimiento Izquierda Juventud Dignidad, Proyecto Joven y LiberAr, que no se podrán presentar en esa provincia, según estableció la jueza federal María Carolina Pandolfi, en una resolución a la que accedió Clarín. 

Le sigue la ciudad de Buenos Aires, donde la jueza María Romilda Servini excluyó a 10 precandidatos presidenciales, de tres frentes: Principios y Valores, donde solo quedó en pie la lista del exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno; Proyecto Joven, donde competían el escritor K Mempo Giardinelli con Martín Ayerbe y la precandidata trans Reina Ibañez. Y las tres listas de LiberAr, aunque Julio Bárbaro anunció que se bajaba de su candidatura porque detectó negociados con la impresión de boletas.

En la provincia de Buenos Aires, el juez Alejo Ramos Padilla también excluyó de la participación electoral a las cuatro listas de Principios y Valores, dejando solo la de Guillermo Moreno; así como también dio de baja la boleta de Julio Bárbaro, del frente LiberAr.

Y en la provincia de Córdoba el juez federal Alejandro Sánchez Freytes dio de baja la candidatura de Ramiro Vasena, que es otra lista del frente LiberAr; y de dos listas de Principios y Valores, encabezadas por Jorge Eduardo Oliver y Carina Bartolini.

De este modo, por ejemplo, en las elecciones porteñas habrá solo 17 candidatos presidenciales en el cuarto oscuro, en lugar de los 27 que se anunciaron originalmente; mientras que habrá 15 candidatos en Neuquén, 24 en Córdoba y 22 en la provincia de Buenos Aires.

Junto con la exclusión de numerosos candidatos para otros cargos electorales, el Gobierno estima un ahorro de 4.000 millones de pesos en la impresión de boletas partidarias, casi un 30 por ciento del presupuesto previsto originalmente por la Dirección Nacional Electoral, a cargo de Marcos Schiavi.