El último informe de distribución del ingreso del INDEC confirma un sostenido y dramático deterioro de los ingresos reales, que envió a millones de personas directo a la pobreza. La economía dejó de crecer desde agosto del año pasado y los salarios reales se derriten.

La crisis económica y social se profundiza en el último año del cuarto experimento kirchnerista en el país. El INDEC confirmó un nuevo y masivo deterioro de las condiciones de vida y los ingresos reales de la población, de acuerdo a su más reciente informe de Distribución del Ingreso.

El informe estima que la tasa de pobreza habría aumentado al 40,3% de la población de referencia al término del primer trimestre del año, en línea con las estimaciones de la Universidad Torcuato Di Tella y Martín Rozada, que sugerían una tasa de pobreza en alrededor del 40,6% para el mismo período.

Entre el primer trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023 un total de 2,7 millones de personas cayeron bajo el umbral de la pobreza, no pudiendo siquiera afrontar el pago de una canasta básica. Y esta cifra sólo considera un relevamiento sobre los 31 aglomerados urbanos con una población de referencia que totaliza las 29 millones de personas, con lo cual la verdadera cantidad de personas que pasaron a ser pobres sobre la población total (46 millones) es aún mayor.

Como si todo esto no fuera suficiente, la situación sigue empeorando mes tras mes. El nowcast de pobreza del economista Martín Rozada ya estima que la tasa habría aumentado por lo menos al 43% al término del semestre móvil finalizado en junio. 

Es la cifra más alta y dramática registrada en lo que va de la administración de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, incluso superando los récords alcanzados durante la pandemia en 2020. Se acumula un aumento de 7,5 puntos porcentuales con respecto al 35,5% de pobreza heredado de la administración Macri en diciembre de 2019.

Bajo el modelo kirchnerista, el salto de la pobreza ya es mayor al que hubo incluso durante la gestión de Fernando De la Rúa, cuando se registraba un aumento de 6,8 puntos porcentuales según la serie comparable elaborada por el CEDLAS.

De hecho, la tasa de pobreza actual con metodología comparable ya está en niveles muy similares a los que había en el año 2001 (45,3% y 45,6% entre el primer y segundo semestre de ese año), solo a dos puntos porcentuales de diferencia.

El principal factor explicativo de la pobreza es la inflación, y el constante deterioro de los salarios reales especialmente en el sector privado informal. Este sector en particular sufrió un derrumbe de 22 puntos porcentuales sobre su poder adquisitivo desde diciembre de 2019.

La inflación afecta más que proporcionalmente a los sectores de menores ingresos, que no pueden acceder al ahorro en divisas extranjeras o a los instrumentos con tasas en pesos como plazos fijos o acciones.