“Mauricio Macri cree que si él o Patricia Bullrich son candidatos evitan una mayor fuga de votos para Javier Milei, en cambio si Horacio Rodríguez Larreta gana las PASO va a tener serios problemas para retener en primera vuelta a los votantes del ala dura”, le cuentan a medios nacionales varios dirigentes que se reunieron con Macri durante los últimos días de su estadía en Cumelén. 

En cambio en el larretismo siguen apostando a la competitividad del jefe de Gobierno porteño, sobre todo para el balotaje, y les preocupa más una eventual candidatura de Facundo Manes porque podría quitarle votos moderados.

Parece que no hay segundo tiempo y que Macri se encamina a declararse neutral en el eventual enfrentamiento entre Rodríguez Larreta y Bullrich, a quienes les dedicó tiempo y foto en su estadía en el Sur del país, profundizando cada vez más su rol de jefe político. Pero eso no significa que haya abortado su proyecto presidencial.

Lo ven al expresidente “más sólido que nunca y con más conciencia política. Quedó la sensación que está evaluando ser candidato pero no lo decidió”, comentan quienes lo han visitado últimamente. 

Siente que si él o Patricia son candidatos le impiden a Milei seguir creciendo en la base electoral del PRO, especialmente entre los jóvenes. “No así Horacio que si va a la primera vuelta como candidato de Juntos por el Cambio va a tener serios problemas para seducir a los votantes de Bullrich y Mauricio”, describe un allegado al fundador del PRO. 

En cambio, en el entorno de Rodríguez Larreta lo ven con serias chances de ganar la primaria y aseguran que es el mejor candidato opositor para ganarle al Frente de Todos en la segunda vuelta. 

“No cabe ninguna duda que la pelea presidencial se define en el balotaje y Horacio es el que tiene el techo más alto”, comentó un vocero de la sede gubernamental de la calle Uspallata. 

Si se analizan los dos diagnósticos se puede llegar a la siguiente conclusión: Macri o Bullrich son más competitivos dentro de la base electoral propia que puede tener peso en la primaria de agosto. 

En cambio, Larreta arranca con un piso más bajo pero su moderación y el probable acuerdo con la cúpula de la Unión Cívica Radical lo puede transformar en un candidato con más potencial en el mano a mano con cualquier postulante del oficialismo. 

Los allegados a Macri consideran que el estancamiento de JxC se debe a la falta de audacia que los llevó a mostrarse más cercanos al status quo y menos proclives a representar el cambio. 

El candidato libertario los interpela con su exitosa marca de poner como enemigo a “la casta política”. Slogan que lo ha llevado a transformarse en un fenómeno electoral que nadie sabe cómo se expresará en las urnas.