La intensidad de la interna dentro de Juntos por el Cambio no decae, como tampoco lo hace la pretensión de Mauricio Macri de mantener su protagonismo más allá de lo que indican las encuestas sobre su eventual candidatura.
Este sábado, como previa a la reunión de dos días que mantendrá con Patricia Bullrich en Cumelen, Macri encabezó un nuevo encuentro federal del Foro de Legisladores provinciales del PRO en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Tal como es su costumbre, arrancó con una crítica destructiva sobre la gestión de Alberto Fernández, afirmando esta vez que “es un gobierno de mentirosos”, para dedicar la mayor parte de su intervención a exigir la unidad de Juntos por el Cambio.
El PRO Santa Fe estuvo presente en el encuentro de legisladores provinciales junto a Mauricio Macri en Bariloche
— apurainfo (@apurainfo) January 23, 2023
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Claro está que, para Macri, esa unidad no debe darse de cualquier forma. "La unidad es importante, pero lo no se puede negociar es el cambio, porque esa es la manera de que nuestros hijos y nuestros nietos vivan en un país mejor", enfatizó. “Hay que tener convicción, ideas, equipo, porque les van a tirar 70 toneladas de piedra", advirtió, apuntando tácitamente al cristinismo.
El ex presidente destacó que “si realmente querés hacer algo diferente tienes que tener un equipo que te acompañe porque no existen esas propuestas mágicas en las que uno resuelve todo”.
“Lo que sí existe –continuó- es armar un buen equipo, potenciarlo, y para eso lo primero que hay que saber hacer es elegir la gente para trabajar y poner la Argentina en el mundo, y el Estado al servicio de la gente con transparencia, diciendo la verdad”.
La frase fue interpretada como un dardo envenenado lanzado a Horacio Rodríguez Larreta, quien insistió en mantener en su cargo al ministro de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alesandro –hoy en situación de licencia- tras los escándalos que acompañaron la filtración de varios de sus chats.
Macri, en tono de campaña, reivindicó su propia gestión, al afirmar que ese cambio “empezaron a hacerlo” en 2015 y reclamó que “ahora con toda esa experiencia y con más convicción” resulta necesario “derrotar el sistema mafioso corporativo argentino y poner al Estado al servicio de la gente”.
Para que no quedaran dudas sobre su posición, el ex presidente afirmó que: “Hay que tener convicción, ideas, equipo porque nos van a tirar no 14, 70 toneladas de piedra de vuelta”.
Al tiempo que subrayó que “si no hacemos un cambio profundo, que no amerite duda, claro por la contundencia, y veloz. porque nuestros jóvenes están ansiosos, los que se fueron no van a volver y se van a seguir yendo”.
Macri también cargó contra el gobierno del Frente de Todos por su reacción ante la decisión de la Corte Suprema de Justicia de beneficiar al alcalde porteño con la redistribución de los fondos de coparticipación. “Acá no hay una disputa entre la Capital y las provincias, como nos quiere hacer este gobierno de mentirosos. La verdadera discusión es entre quienes trabajan para generar riqueza y los que se la apropian”.
Y, finalmente, disparó contra los gobernadores provinciales, incluídos los de Juntos por el Cambio, por su resistencia al cambio.
“Muchos gobernadores son parte del problema, porque no dejan que sus provincias se desarrollen y que tengamos un país federal", concluyó.
Sin embargo, Macri evitó referirse al tema que verdaderamente interesaba a los legisladores: la definición respecto de su postulación y si, finalmente, terminará dando un paso al costado para bendecir la candidatura de Patricia Bullrich en las reuniones que mantendrán en estos días.
Quiere jugar con el suspenso para adquirir mayor centralidad. El problema es que el paso del tiempo afecta la situación del sector de los “halcones” en la interna partidaria. A punto tal que varios ya han cruzado de vereda para ubicarse bajo el paraguas de Horacio Rodríguez Larreta, quien no los coloca en situación de ambigüedad respecto de su futuro.
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