Cristina Kirchner mandó el mensaje, se posicionó como víctima y usó el lenguaje jurídico como si se tratara de un estigma. “Mañana serán mis últimas palabras, así le dicen” escribió en Twitter para señalar la connotación especial de esas palabras que se utilizan desde hace años con todos los acusados y que forma parte de la jerga jurídica de hace años. Pero ella, faraona, arquitecta egipcia, que todo gira en torno a su figura, sintió que usaron especialmente con ella el término.

Y sus súbditos le creyeron. Compraron el paquete y así, desde ATE Capital Federal, están convocando por las redes a concentrarse en las afueras de Comodoro Py el próximo 6 de diciembre cuando se lea la sentencia de la actual vicepresidenta y otros 14 funcionarios más por la causa conocida como Vialidad Provincial.

“Si la tocan a Cristina... paramos el Estado. Les trabajadores no vamos a permitir un Lula en nuestro país. Basta de #Lawfare y persecución política”, se puede leer el tuit de la página oficial de ATE Capital.

De esta manera, esa “convocatoria genuina” quiere emular a aquella manifestación político-social del 17 de octubre de 1945 cuando los trabajadores pidieron por la liberación de Juan Domingo Perón de la Isla Martín García donde estaba detenido.

Y el kirchnerismo sabe de armar escenarios ficticios donde mejor se manejan. Por eso, están listos para montar la escena de la mártir Cristina, sacrificada por una justicia cooptada.

Recordemos que la fiscalía solicitó 12 años de cárcel para la vicepresidenta y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.